4.10.08

Encuentros en la calle Segovia



Capitulo 5

-Chichigua...-.
-¿Como que chichigua? Cabrón estas a más de un palmo-.
-Los cojones hijo de puta-. Respondio Manolete, el cual era altamente conocido en el vecindario por su mala lengua.
-Mira-. Dijo Pedrín, y acto seguido puso su mano entre la canica más cercana y el gua.- Estas a más de un palmo-.
-Eso con tu mierda de mano. Que más que una mano parece una pata de pollo... bueno, de polla, que queda más grosero y ser grosero da estatus-.

En verdad tenia razón, así que Pedrín apartó silenciosamente su diminuta mano del gua para que Manolete prosiguiera con la jugada que probablemente arruinaria su carrera. Desesperado buscó en su interior una excusa que perturbara la mente de su amigo. Y la encontró.

-Anoche vi a un fantasma tio...-. En su tono de voz se pudo percibir el leve temblor del pánico controlado.
Manolete, blanco como la leche, dejó las canicas en el suelo y le miró fijamente.
-¡Jurame por lo que más quieras que no estás mintiendo escualido hijo de puta!-.
-¡¡Te lo juro por los cromos de la liga!!. Mi madre también lo vio, y creo que mi hermana, pero no quiere hablar de ello...-.

...

-Yo también he visto un fantasma...-. Dijo al fin Manolete. - Llevo desde el lunes durmiendo con mi madre, y aún asi no consigo dormir...-.
-¿Y tu padre?-.
-Mi padre duerme en el sofá-.
-Joder... ¿Y que vamos a hacer, llamar a los cazafantasmas?-.

Ambos rieron. Pero poco.

-Mamá a dicho de llamar a la policia, pero no estaba muy segura... por si la tomaban por loca o algo-.
-Ya ves tu. Tu madre siempre a estado como una puta cabra-. Sentenció Manolete.

Acto seguido recogió las canicas y volvió a apuntar al gua. Disparó, y acertó. Mientras recogia las canicas y las introducia en su bolsillo se pudo observar en su semblante una mueca se satisfacción.

-Tengo un plan-.
-¿Cual?-.